Latitud 33°, la marca de vinos varietales Premium, trajo a Buenos Aires una experiencia inédita: "Latitud 33 in the sky", una invitación a disfrutar de sus vinos, acompañados de una sugestiva comida, suspendidos a 50 metros de altura. Integrar el espíritu joven, contemporáneo e innovador de Latitud 33° es lo que llevó a la marca a proponer una experiencia emocionante, para salir del disfrute cotidiano de sus vinos.
"Latitud 33° in the Sky" se realizó los días 30 de septiembre y 1 de octubre para un grupo selecto de invitados, en un predio especialmente acondicionado de Puerto Madero, en Juana Manso y Encarnación Ezcurra. La propuesta era osada y los invitados llegaron ansiosos y curiosos por vivir la experiencia, que se realizó por primera vez en Argentina.
La mesa esperaba a sus comensales en la plataforma. Fue elevada a 50 metros de altura mediante una grúa de características especiales, para quedar suspendida por sobre los edificios de Puerto Madero.
Los 22 comensales fueron bienvenidos con un cocktail y tras recibir las instrucciones de rigor, recorrieron la pasarela que los llevaría hasta la plataforma, para ya ocupar sus butacas en la mesa. No faltaron las caras de sorpresa y las sonrisas medidas. Una vez ajustados todos los cinturones, la grúa de "Latitud in the sky" comenzó a elevar la mesa. Fue el comienzo de un viaje exclusivo a ese lugar especial y único, en el medio de la ciudad. La primera parada a los 20 metros permitió que los invitados pudieran acostumbrarse a la altura y disfrutar de la vista. Algunos acompañaban la subida en silencio, otros hacían comentarios eufóricos, las sensaciones estaban a flor de piel.
Ya suspendidos en el aire a 50 metros de altura, los invitados admiraron la ciudad desde otra óptica.
La mesa esperaba a sus comensales en la plataforma. Fue elevada a 50 metros de altura mediante una grúa de características especiales, para quedar suspendida por sobre los edificios de Puerto Madero.
Los 22 comensales fueron bienvenidos con un cocktail y tras recibir las instrucciones de rigor, recorrieron la pasarela que los llevaría hasta la plataforma, para ya ocupar sus butacas en la mesa. No faltaron las caras de sorpresa y las sonrisas medidas. Una vez ajustados todos los cinturones, la grúa de "Latitud in the sky" comenzó a elevar la mesa. Fue el comienzo de un viaje exclusivo a ese lugar especial y único, en el medio de la ciudad. La primera parada a los 20 metros permitió que los invitados pudieran acostumbrarse a la altura y disfrutar de la vista. Algunos acompañaban la subida en silencio, otros hacían comentarios eufóricos, las sensaciones estaban a flor de piel.
Ya suspendidos en el aire a 50 metros de altura, los invitados admiraron la ciudad desde otra óptica.
Desde allí pudieron descubrir, en el barrio más joven de Buenos Aires, un lugar especial donde el diseño e innovación de los edificios más modernos se fusionan con la serenidad contemplativa del río y la naturaleza. Debajo de sus pies, la ciudad. A los costados, la magnitud del paisaje. En sus rostros, la brisa fresca del aire cercano a las nubes. Pasada la adrenalina del ascenso, el chef de la bodega Marcos Zabaleta les dio a todos la bienvenida a "Latitud in the sky" y comenzó con su ajetreada tarea de elaborar en altura un menú de tres pasos, especialmente ideado para maridar con las variedades Chardonnay, Malbec y Cabernet Sauvignon de Latitud 33°.